Por décimo
cuarto año consecutivo, la Asociación Cultural Lago de Bolarque,
de la mano de sus buenos amigos de la Asociación Española
de Clásicos Deportivos, celebró el día 4 de julio, su ya tradicional encuentro
de vehículos en Guadalajara.
En esta ocasión con un magnifico día de verano, que cumplió, y en un acto de probada e incondicional
colaboración, se dio salida al Rallye “Sobre el valle del río Ungría” Esta jornada organizada con la colaboración de
la Asociación Liga
Naval de Castila La Mancha,
pretendía dar a conocer las bellezas de esta zona de la alcarria guadalajareña.
La fama
adquirida por la impecable organización, así como por los contenidos
culturales y lúdicos que se ofrecen a los participantes, hacen que cada año sean más los
amantes del automovilismo que se suman a este evento, así como la
comprobada fidelidad de los que ya son habituales del encuentro.
Los coches
participantes causaron la admiración de los asistentes. Muchas personas
allí alojadas o que desayunaban aprovecharon para hacer fotografías de
recuerdo, junto a estos bellos modelos, que recordaron a muchos de los
asistentes, los nostálgicos años 50.
La organización fue entregando las carpetas de ruta y
diversos objetos promociónales, entre los que se encontraban la
“Guía de Carreteras Interactiva” de REPSOL, así como carpetas de ruta con
información turística facilitada por la Excelentísima Diputación
de Guadalajara y el Ayuntamiento de Almonacid de Zorita.
El presidente de la ACLB, fue recibiendo a los
participantes, que realizaron su inscripción, requisito previo
para participar en este encuentro.
Tras este acto, se ofreció a los
participantes un desayuno, que dada la primera hora de la mañana, y las sombras
que ofrecía el entorno natural y los frondosos bosques, permitió reponer
fuerzas tras el viaje desde distintos lugares de la comunidad de Madrid, con
una agradable temperatura.
Tras retirar los correspondientes
tickets para la visita a las bodegas y al Museo Etnográfico, comenzó la ruta.
Hoy día, las numerosas bodegas
existentes tienen un carácter privado y se conservan debido al especial cuidado
que ponen en ello sus propietarios. Algunas de ellas forman parte del conjunto
de las casas y otras, con mayores dimensiones, están ubicadas en edificios
independientes que, a su vez, son testimonio de un antiguo esplendor basado en
una gran producción del vino con fines comerciales.
Todas ellas reúnen un
encanto especial y son lugares donde todos los años se elabora el vino de un
modo puramente artesanal con las uvas de los viñedos locales, modo que ha
pervivido a lo largo de los siglos pretendiendo mostrar a los visitantes un
tesoro que Horche tiene escondido debajo de su tierra, y que hasta la fecha, al
tratarse de construcciones de carácter particular, se han visitado en ocasiones
muy puntuales. Además, se visita una parte de historia de nuestro pueblo, de la
cual los horchanos se sienten orgullosos.
Iniciamos el recorrido degustando
un magnifico vino, acompañado de unos aperitivos, en la bodega familiar de
“Expedito”, lugar donde la dueña de la casa, nos atendió con extraordinaria
amabilidad, explicando el origen de la bodega, y la utilidad que su entorno
familiar da a la misma.
A continuación, un buen paseo por
la villa, conociendo a fondo sus calles, visitamos la Ermita de San Sebastián,
desde donde se divisan unas magníficas vistas del valle sobre el río Ungría.
En esta calle, un poco más
adelante, pudimos conocer el Museo Etnográfico de la Villa, conjunto de todas
aquellas cosas que nos recuerdan a nuestra niñez, al que esto escribe, le trajo
recuerdos entrañables un cine NIC, muy anterior al CINEXIN, que en un rodillo
de cartón, enrollaba una película de papel, decorada con dibujos animados.
Muchos más objetos cotidianos, de la labranza, del colegio, de correos, del
hogar, etc.
Después de una subida, una
bajada, otra subida, y una nueva bajada llegamos al lavadero público,
instalación muy cuidada, en un entorno amable, donde el guía, nos explico los
usos que antaño tenía, que al parecer en estos días, no deja de ser un lugar
que forma parte del patrimonio urbanístico de la villa.
Llegados por fin, a la segunda
bodega, visitamos la casa de don Javier Ruiz, donde nuevamente en un agradable
patio ajardinado, así como en el interior de la bodega, hicimos degustación de los
caldos, blancos y tintos, fresquitos, a temperatura ambiente, lugar en donde
por las diferencia de temperatura, los visitantes se encontraban agradablemente
instalados.
Unos tomates de la tierra, y un magnífico jamón, cortado a mano por nuestro guía, Roberto, propietario del Restaurante La Fuensanta, dieron ánimo a los visitantes para enfrentarse de nuevo en la calle a la agradable temperatura ¿¿¿¿¿ !!!!!!!!del mediodía en tierras de Castilla;
Unos tomates de la tierra, y un magnífico jamón, cortado a mano por nuestro guía, Roberto, propietario del Restaurante La Fuensanta, dieron ánimo a los visitantes para enfrentarse de nuevo en la calle a la agradable temperatura ¿¿¿¿¿ !!!!!!!!del mediodía en tierras de Castilla;
Unos pocos pasos y estábamos
en la bodega de “El Pistolo”, curioso nombre, en donde nos explicaron el
procedimiento artesanal de producción de sus caldos, en unas bodegas que tienen
unos trescientos cincuenta años. Un nuevo aperitivo, vino, jamón y queso; con la amabilidad de sus propietarios, dimos
por terminada esta degustación de los caldos horchanos.
A las 14.00 con precisión
matemática, regresamos al Hotel La
Fuensanta, donde sin ningún problema dada la grandiosidad de
su espacio reservado al aparcamiento, iniciamos el almuerzo, no sin antes beber
y beber, la temperatura que habíamos dejado en el exterior había empezado a ser
un reto.
Tras un magnífico almuerzo, y
antes de los postres, el presidente de la ACLB, acompañado de un miembro (femenino), de la
organización, realizó un sorteo de obsequios entre los participantes. En primer
lugar tres trofeos, que habían sido donados para este acto, por la Delegación en Cantabria
de la Asociación Española
de Ligas Navales (AESLIN), hermanada con la Asociación Liga
Naval de Castilla la Mancha,
para a continuación rifar de uno en uno, todos los regalos que para este XIV
Rallye la Alcarria,
había obsequiado altruistamente la empresa REPSOL, colaboración que agradecemos
muy sinceramente, al tiempo que significamos, que son ya catorce años los que
venimos recibiendo estos objetos, sin los cuales, el encuentro perdería algo,
que por costumbre, se ha convertido en una seña de identidad del encuentro de
vehículos veteranos en las tierras de Guadalajara. Desde aquí, nuestro
agradecimiento a don Marcos Correas Violero, que en representación de su
empresa, nos atendió con su acostumbrada amabilidad. Asimismo, el presidente de la ACLB, recibió del presidente de la AECD, una magnífica placa conmemorativa del encuentro, donde se puede leer "Con nuestro agradecimiento por su colaboración con el automovil clásico"
Cuatro bromas, cuatro chistes, un
magnífico cantante, que a lo largo de la jornada, nos ofreció en momentos
claves, algunas conocidas canciones que fueron coreadas por los asistentes, y
con la nostalgia de las despedidas, nuestros visitantes partieron a sus
localidades de origen. Esto ha sido nuestro Rallye 2015.
Muchas gracias de nuevo a la Diputación de
Guadalajara, Ayuntamiento de Almonacid de Zorita, REPSOL, y Hotel Restaurante La Fuensanta, donde nos
sentimos como en casa.
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