Almonacid de Zorita vive el día grande de su fiesta
patronal en honor a la Virgen de la Luz
Ayer, con misa, engalanada por la
Rondalla de Almonacid, procesión vespertina por las calles de la villa y
castillo de fuegos artificiales.
Almonacid de Zorita. 09 de
septiembre de 2017. Almonacid de Zorita vivió ayer el día grande de sus fiestas patronales en
honor a la patrona de villa alcarreña, Nuestra Señora la Virgen de la Luz. Como
explicaba ayer uno de los cuatro hermanos mayores de la Cofradía en 2017,
Sergio Pérez Alcocer, portador del cetro de la institución que precedía la
procesión, “se siente mucho orgullo y una gran emoción con el honor de ser
hermano mayor”. El almorcileño confesaba que “le tengo un respeto enorme y
mucha fe a la Virgen. Le pido cosas, y me ayuda. Aunque estés en la otra punta
del mundo, la tienes siempre presente”, añadía. Maria del Mar Ruiz, otra de las
hermanas mayores, confesaba que “le tengo una devoción enorme, y unos
sentimientos inmensos hacia ella, me ilumina espiritualmente. Por eso, estamos
deseando que llegue el día ocho de septiembre, y procuramos no fallarle nunca,
como ella no lo hace con nosotros”.
Ayer
viernes, a partir de las diez de la mañana, y para complacer a todos los
devotos de la señora, incluidos los que ya no tienen fuerzas para seguir la
procesión, pero que no han perdido su fe en ella, a partir de las diez de la
mañana, Javier García Toledano, párroco nacido en Almonacid, celebró misa menor
en la Iglesia de Santo Domingo de Silos. Posteriormente, a las doce de la
mañana, y musicalmente engalanada por la Rondalla de Almonacid, tenía lugar la
misa mayor, en el que es uno de sus recitales más bonitos y sentidos del
año. A su término, los almorcileños
compartieron un musical aperitivo, acompañados en este caso por las notas,
siempre elegantes y magníficamente interpretadas, de la Banda de Música de
Pastrana. Ese aperitivo es el momento de encuentro entre los hijos del pueblo,
que crecieron juntos pero que no se ven desde largo tiempo. Recuerdos y
nostalgia, y alegría y optimismo, a partes iguales en las conversaciones.
Además, siempre el recuerdo para los que ya no están.
A
partir de las ocho de la tarde, el pueblo de Almonacid se concentraba en el
entorno de la calle Natalio Gumiel para sacar en procesión la imagen de la
Virgen de la Luz. En la ermita, impecable, llena de flores, como se habían
encargado de que estuviera los cofrades de la Hermandad de la Virgen de la Luz,
de la que es presidenta desde hace más treinta años, Rafalea Castuera, esperaba alfombrada de flores la reproducción
de la imagen de Nuestra Señora de la Luz. La original reposa en el altar mayor
de la Ermita, bellísima e iluminada como corresponde. Tal es la devoción de los
almorcileños por la Virgen, que la costumbre es que, recién nacidos sus
familiares los hagan hermanos. Todos llevan distintivo y escapulario, que lucen
con orgullo este día.
Empujada
por los fieles, la Virgen de la Luz iniciaba su recorrido por las calles de la
villa. Desde Natalio Gumiel, donde está la ermita, siguió por Luis Fernández de
Heredia, Plaza de la Iglesia y calle de Cervantes, para, rozando la Plaza del
Ayuntamiento, subir por la Avenida de los Caídos y entrar por el callejón que
la une con la Plaza del Coso. La carroza bordeó su perímetro para seguir
después por las calles del Gobernador y del Conde de Saceda, regresando así al
punto de partida. La procesión la encabezó en todo momento Sergio Pérez
Alcocer.
Fueron
muchos fieles, de todas las edades, los que arrimaron el hombro para que la patrona
de Almonacid paseara por las calles de la villa, en su carroza. El silencio,
solemne, era solo interrumpido por el estallido de los cohetes, que se elevaban
hasta lo alto de La Alcarria lanzados por Manuel Toledano desde la Torre del
Reloj, y por los vítores sucesivos a la patrona de Almonacid que les salían del
alma a los almorcileños. De nuevo la Banda de Música de Pastrana, engalanaba el
recorrido con su excelente repertorio de marchas procesionales. De vuelta en la Ermita, los fieles
introducían la carroza de la Señora en su morada habitual.
Para
terminar la procesión, los almorcileños
cantaron solemnemente el himno a la
Virgen: “Madre de la Luz Divina nunca podremos olvidar que siempre nos iluminas
como un lucero de este altar”. Después, cientos de almorcileños se
fotografiaron junto a su patrona. Acompañando a la Corporación Municipal, que
presidía la alcaldesa de Almonacid, Elena Gordon, estuvieron, entre otras
personalidades, el alcalde de Valdeconcha, José Antonio de La Fuente; José
Carlos Tamayo, presidente de la Asociación Cultural Lago de Bolarque (ACLB). Por la noche, la
pólvora voló sobre lo alto de La Alcarria, visible desde muchos
kilómetros, para cerrar brillantemente
el día de la Virgen de la Luz.
JAVIER BRAVO - PERIODISTA
BRAVO COMUNICACIÓN
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